Una Marca Adorable

Marketing emocional, tocando el corazón del cliente

Toda marca que se precie de ser exitosa debe ser “A-do-ra-ble”, de lo contrario, está perdida si pretende quedarse por mucho tiempo en la vida de su consumidor. Todo lo que es adorable genera encanto, sonrisa, empatía, complicidad, inspiración e identificación y todo eso debe encontrarse en la lista de prioridades de todo estratega de marketing y publicidad que anhela anclar, a la firma que representa, justo en el corazón del cliente, después de resolverle a éste una necesidad con el mayor nivel de calidad posible. Para ello es vital desarrollar el marketing emocional

¿Has notado que ésas grandes marcas que son parte de nuestras vidas generalmente son asociadas con algo más que efectividad? Algunas de ellas representan energía, felicidad, éxito, inclusión, conciencia ecológica, y mucho más. ¿Cómo puede un banco, cuyos productos y servicios se basan en operaciones monetarias, significar al mismo tiempo el desprendimiento material?, ¿de qué manera logra una firma fresquera ser vista como aquella que une a las familias?, ¿y cómo le hace una simple mayonesa para evocar el rostro de la felicidad?

La respuesta a todo lo anterior es el marketing emocional que, en pocas palabras, es el idóneo plan de trabajo para generar enlace humano entre la marca y el usuario final. En esta opción, la calidad del producto o servicio ya no es prioridad pues se comprende que ese indispensable aspecto ya ha sido superado. Ahora lo que importa es tocar el corazón de aquella persona, grupo, familia o comunidad que recibe la marca y eso sólo será posible si a la firma en cuestión se le desarrolla la personalidad ideal para aquellos que integran su nicho de mercado.

Quien tiene personalidad, tiene un estilo; sus acciones tienen un sello y lo más importante: posee ideales perfectamente establecidos. Así funcionamos los humanos, y para que un consumidor vea a una marca que le satisface como algo entrañable, es necesario que la sienta tan humana como a su pareja ideal, su mejor amigo o amiga, o alguien de la familia. Eso sólo se logra coincidiendo en gustos y valores.

Para lograr una Marca Adorable, No se trata de forzar las cosas, así no se dan los romances. Sino de identificar los puntos de encuentro. Una firma que vende pasteles caseros jamás podrá abrazar la bandera de salud porque su producto es altamente azucarado, pero sí podrá provocar enlace con conceptos como felicidad, fraternidad, por mencionar unos ejemplos.

Para que ese plan de trabajo en materia de marketing emocional funcione, es indispensable conocer muy bien al grupo de clientes, qué les agrada, qué les emociona, qué les ilusiona, qué les conmueve, qué les ofende y enseguida preguntarse, ¿en qué coincide la marca, en qué punto puede conectar?